Novelas de terror basadas en hechos reales
Una de las razones por las que nos encanta el terror es la sensación de vivir una situación peligrosa controlada. La amenaza está encerrada en las páginas de un libro, en los planos de una cámara, y no se escapará de ahí. Pero ¿y si el proceso fue el inverso? ¿Y si primero sucedió en la vida real y luego fue plasmado en una historia para deleite de todos? Admitámoslo, ese halo de posibilidad real nos da un chute de adrenalina. La maravillosa curiosidad que mató al gato. Hoy hablamos de novelas (algunas adaptadas también al cine) basadas en hechos reales.
El exorcista, William Peter Blatty
Se dice que la historia está basada en los hechos acontecidos a un niño llamado Roland Doe (un pseudónimo proporcionado por la Iglesia Católica). Roland vivía en Maryland y, al ser hijo único, estaba muy unido a su tía Harriette, que era espiritista (o al menos aficionada al tema). Esta le enseñó a utilizar la tabla de ouija, así que cuando la mujer murió en 1949, su sobrino intentó contactarla, y ahí es cuando comenzó la posesión. El Padre Bishop, entre otros curas, fue uno de los encargados de realizar los rituales de exorcismo y su diario fue el que Blatty utilizó para construir una de las novelas más terroríficas de todos los tiempos. Existe documentación del caso con la firma de varios testigos que afirman que lo que le ocurría a Roland era una posesión en toda regla. (Ahora ¿quién se va a dormir, eh?).
Audrey Rosa, Frank De Felitta
Publicada en 1975, la historia que encierra es una experiencia vivida por la familia del propio De Felitta. La novela narra lo acontecido a un hombre que, once años después de perder a su hija, asegura que el espíritu de la niña ha poseído a una chica llamada Ivy. El autor cuenta que una vez que estaba sentado en el porche con su mujer escucharon tocar el piano y, al entrar, comprobaron que era su hijo, quien jamás había recibido clases. Al parecer el niño exhibió otros signos de talentos inexplicables y la pareja acudió a una amiga medium que les confirmó que el niño sufría recuerdos de una vida pasada.
El hambre, Alma Katsu
Esta novela narra la historia de la Expedición Donner, que tuvo lugar en 1846, en la que un grupo de personas se dirigió a California en caravanas. Sufrieron varios retrasos que los obligaron a pasar el invierno en Sierra Nevada (la de EE.UU) y parece ser que acabaron un poco como en la película Viven (Frank Marshall, 1993), por cierto también basada en un hecho real. Moraleja: lleva provisiones a las excursiones o acabarás siéndolo tú.
Horror en Amityville, Jay Anson
Esta es una historia sobre casas poseídas de sobra conocida. Ha alimentado una larga lista de películas y remakes, más o menos acertados, y una leyenda que todavía está llena de agujeros y puntos sin resolver. El caso hace referencia a lo sucedido en Amityville (Long Island, Nueva York) en los 70, según el cual hubo una serie de asesinatos en la familia DeFeo, los primeros inquilinos, que fueron repitiéndose en las sucesivas familias que ocuparon la casa. Lo interesante es que el hijo menor, Ronald DeFeo, condenado por los crímenes, afirmó que lo hizo animado por unas voces. Como anécdota personal te cuento que, cuando pasé un tiempo en Nueva York, me acerqué por allí (y no, no me dejaron entrar, es imposible).
Felices como asesinos, Gordon Burn
Publicada en 1998, está basada en los asesinatos de doce mujeres a manos de Fred y Rosemary West en Inglaterra. Al parecer se trataba de jóvenes que buscaban hospedaje o que contrataban para cuidar de los niños y que generalmente no tenían familia que reportara su desaparición. Los horribles crímenes se descubrieron cuando asesinaron a su propia hija Heather. Rosemary fue condenada a cadena perpetua después de que su marido se ahorcara en prisión, pero un juez sentenció que podría ser liberada en 2019.
Como puedes comprobar, la realidad es tan terrorífica como las historias de miedo que vienen pululando el imaginario colectivo. La imaginación humana es un arma de doble filo, ¿verdad? Y tú, ¿conoces otras novelas de terror inspiradas en hechos reales?
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2 Comentarios
una editora
La de Gordon Burn no la conocía y tiene muy buena pinta! Gracias por el post.
V. Cervilla
¡Muchas gracias!