7 Escritoras de terror que te han influido y no lo sabes
Si preguntas a un escritor de terror quiénes han sido sus maestros, la respuesta puede adivinarse casi al instante. Todo gira en torno a un trío de ases: King, Poe, Lovecraft. No me malinterpretes, yo también bebí de la sabiduría de estos autores en mis principios. No podía ser de otra forma porque tampoco tuve a mi alcance a grandes pioneras y maestras del terror de las que precisamente estos autores aprendieron. Y por eso ha llegado el momento de hablar de ellas.
Cuando a un creador artístico nos preguntan por nuestras influencias, enseguida acudimos a los maestros mainstream —consciente o inconscientemente— que todo el mundo puede identificar. En parte lo hacemos porque así es fácil buscar en el imaginario colectivo y comprender de qué tipo de influencia estamos hablando, pero también sucede porque nos impacta más aquello que conocemos que lo que jamás se nos ha mostrado.
Por estas razones, porque muchos otros han bebido de sus creaciones, porque son las grandes olvidadas, las que no estudiamos en el cole, las que no leemos en el instituto y las que no buscamos en la universidad, por eso es hora de conocerlas —más vale tarde que nunca—, pero sobre todo porque sin ellas la literatura de terror no sería lo que es.
ANN RADCLIFFE (Londres, 1764 – 1823)
Su verdadero apellido era Ward, pero ya sabemos que en la cultura anglosajona las mujeres asumen el apellido del marido. Sin embargo, fue este quien la animó a empezar a escribir. Pionera de lo que hoy se conoce como la novela gótica de terror (mucho antes del Frankenstein de Mary Shelly y el Drácula de Stoker), Radcliffe ya escribía historias sobre jóvenes heroínas y castillos embrujados por señores oscuros. Su novela más famosa y prolífica, que sentó las bases del terror gótico, Los misterios de Udolfo, influyó en autores de la talla de Jane Austen, que hizo una parodia-homenaje con la novela titulada La abadía de Northanger, y Edgar Allan Poe , que la menciona en su Retrato Oval. Publicó tan solo seis novelas, ya que dejó la escritura por la tristeza que le provocaron la enfermedad de su esposo y la muerte de sus padres, pero inició uno de los siglos más prolíficos para el género de terror.
EMILIA PARDO BAZÁN (La Coruña, 1851 – 1921)
Reconocida precursora del feminismo, reivindicó los derechos de la mujer tanto en su vida personal como en su obra. Tanto fue así que llegó a separarse de su marido en una época donde aquello no estaba muy bien visto. Obtuvo gran éxito literario, lo que atrajo la envidia de escritores hombres de la época. Llegó a decir: «Si en mi tarjeta pusiera Emilio, en lugar de Emilia, qué distinta habría sido mi vida.» Su faceta como escritora de cuentos de terror permaneció oculta durante mucho tiempo, tanto que la mayoría de sus cuentos han sido desconocidos hasta hace muy poco, pero Pardo Bazán fue la precursora del terror gótico español con relatos como Vampiro, Mi suicidio o El espectro. Sus trabajos giraban en torno al terror cotidiano y fueron evolucionando hacia el terror psicólogico.
DAPHNE DU MAURIER (Londres, 1907 – 1989)
Hija de una actriz y con una familia llena de artistas, Du Maurier tuvo unos comienzos en el mundo literario bastante fáciles gracias a las conexiones que ya habían cultivado en su entorno. Era prima de los niños Llewelyn Davies, que sirvieron como inspiración de J. M. Barrie para los personajes de la obra Peter Pan. Su novela más famosa fue Rebecca, una historia policiaca cuyo estilo sentó las bases en cuanto al uso del drama psicológico. Tanto fue así, que Hitchcock se inspiró en uno de sus cuentos para realizar su célebre cinta Los pájaros (1963). Considerada una autora de novela romántica —término que odiaba—, Du Maurier escribió historias llenas de toques siniestros y sombras psicológicas, algunas tan adelantados a su tiempo como The doll, en el que hablabla de la obsesión de una mujer por un muñeco sexual masculino.
SHIRLEY JACKSON (San Francisco, 1916 – 1965)
A causa de una fría relación con su madre y una adolescencia difícil —tuvo problemas de autoestima por no encajar con los cánones de belleza—, Jackson se refugió en la escritura. Odiaba hablar sobre sí misma y sobre su trabajo, por lo que apenas concedió ninguna entrevista. Lo que sí hizo fue dejarnos un valioso legado de excelentes historias de terror. La maldición de Hill House, su obra más conocida gracias a las diversas adaptaciones cinematográficas, consiguió con un estilo sereno, libre de estridencias o sensacionalismos, pero lleno de una imaginería precisa, impactar nada menos que a Stephen King, que la considera la mejor obra de terror del siglo XX. Además, con su novela Siempre hemos vivido en el castillo exploró un nuevo subgénero —el terror doméstico– y el uso del narrador no fiable. Varias de sus obras han servido de inspiración para obras audiovisuales, tanto en cine como en televisión. La opresión de un marido infiel y la imposición de un rol como mujer que rechazaba, la llevaron a abusar de ciertas sustancias, lo cual contribuyó seguramente a una muerte prematura de un ataque al corazón a los 48 años.
ANGELA CARTER (Eastbourne, 1940 – 1992)
Trabajó como periodista y se graduó en Literatura Inglesa, lo que puede comprobarse por la gran cantidad de referencias a autores clásicos que abundan en sus obras. Aunque se la incluye con más frecuencia en el género fantástico, Carter cuenta con una lista de obras de marcado tono oscuro, entre las que cabe destacar La cámara sangrienta. En esta novela hace gala de su obsesión por los cuentos clásicos infantiles para exponer todo lo que la narrativa tradicional había tratado de esconder durante tantos años, tratando temas con la sexualidad y la muerte. Digamos que fue la primera que se atrevió a contar sin tapujos la verdadera historia de Blancanieves, Barbazul o La Bella Durmiente. Fue profesora de escritura creativa y murió de cáncer en 1992.
PILAR PEDRAZA (Toledo, 1951)
No se puede hablar de terror español sin mencionar a Pilar Pedraza, aunque prefiera entrar en la estantería de lo fantástico. Se doctoró en Historia y ejerce como profesora de Cine en la Universidad de Valencia. Caminando sobre el filo de lo fantástico y lo siniestro, Pedraza presenta personajes y ambientes inquietantes en una prolífica lista de obras en las que se trata de vislumbrar los límites entre la identidad, el cuerpo y el deseo femeninos. Heredera de Ángela Carter e influida por el Marqués de Sade, entre otros, la obra de Pedraza es una simbiosis de lo pagano, lo mitológico y lo perverso. Algunas de sus obras más destacadas son La perra de Alejandría, El amante germano y Pánikas. Tuvimos el placer de entrevistarla para la revista Tártarus aquí.
EMILY CARROLL (Londres, Canadá 1983)
Por último, quiero incluir a una autora de cómic en esta lista que, aunque tenga una corta edad en años literarios, ya ha sumado importantes éxitos a su carrera. Ganó popularidad con el web cómic de terror His face all red, una serie de historias de asesinatos descritas como «genuinamente escalofriantes, sobrías y monstruosas». Ha conseguido un premio Eisner y un Ignatz por Cruzando el bosque, cómic que ha sido comparado con la obra de Mary Shelley. En su web se pueden encontrar una lista de los cómic que ha publicado y algunas de sus inquietantes ilustraciones de terror.
Y ahora, cuando te pregunten quién influyó en tu obra o porque lees lo que lees, recuerda que tus maestros y los míos tuvieron a su vez grandes maestras.
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2 Comentarios
Roxanna Yepez
Excelente artículo, hay muchos autores del género terror tanto femeninos como masculinos que son de inspiración y que han escrito grandes obras.
V. Cervilla
¡Muchas gracias! Sí, quería visibilizar a las escritoras que suelen ser menos reconocidas. (Todo el mundo habla del trío King, Poe y Lovecraft, pero hay más…)